Ángel Lekuona Beitia

Su historia

Ángel Lekuona Beitia Nació el 1 de marzo de 1913 en Busturia, Vizcaya
Deportado a Buchenwald el 19 de enero de 1944. Nº de prisionero 40.476
Deportado a Flossenbürg el 24 de febrero de 1944. Nº de prisionero 6.516
Fusilado en el subcampo de Hradischko el 10 de abril de 1945

Información y fotografía facilitadas por Antón Gandarias, sobrino de Ángel.

Antón nunca ha podido olvidar el día en el que su madre le enseñó por primera vez aquella carta que escondía desde 1945: "Muy señor mío, comprendo la ansiedad que reina en su familia, pues no sé cuanto tiempo estará desprovisto de noticias referentes a su hijo….". Con una fina caligrafía, un desconocido llamado Gregorio Uranga informaba a los abuelos de Antón de que su hijo Ángel había sido detenido en Francia por los nazis, deportado a un campo de concentración y asesinado: "… hemos sufrido la ocupación de los alemanes, que como Vd. sabe han cometido crímenes horrorosos, siendo una de entre las víctimas, su hijo". Décadas después, Antón sigue llorando cada vez que lee esas hojas amarillentas en la que se relata detalladamente el trayecto hacia la muerte del hermano de su madre. La carta, enviada por un amigo y compañero de cautiverio de Ángel al que nunca llegó a conocer, es la que le empujó a investigar y reconstruir la historia de su tío.

Ángel Lekuona creció junto a diez hermanos en una familia trabajadora que residía en la localidad vizcaína de Busturia. La guerra, provocada por la sublevación franquista, le empujó a alistarse en el Ejército republicano. Antes de la caída del País Vasco consiguió escapar a Cataluña donde se incorporó a la Brigada Vasco Pirenaica con la que combatió hasta el triunfo de las tropas rebeldes. En febrero de 1939, Ángel cruzó la frontera hacia Francia. Las autoridades galas le confinaron junto a miles de compatriotas en el campo de Argelès-sur-mer y, más tarde, en Gurs. No sabemos si antes o después de la invasión alemana, comenzó a trabajar como leñador, hasta que el 10 de julio de 1943 fue arrestado por la Gestapo.

Ángel Lekuona Beitia

No conocemos el motivo de su detención, ya que Gregorio Uranga, quizás por no dar pistas a la censura franquista o quizás porque esa fuera la realidad, se limitó a decir en su carta que "fue inculpado por un motivo ridículo". Lo cierto es que los nazis dieron a Ángel el tratamiento que reservaban para los miembros más peligrosos de la Resistencia; una realidad que nos lleva a pensar que el joven vasco pudo haber jugado algún papel en la lucha armada contra los invasores alemanes. Le encerraron primero en el durísimo penal del Fuerte Hâ de Burdeos y después en el campo de internamiento de Compiègne. Desde allí fue deportado al campo de concentración de Buchenwald, al que llegó el 19 de enero de 1944. En su ficha de prisionero, los SS añadieron el motivo de su reclusión: Politisch, Político.

Ángel apenas estuvo un mes en ese destino. El 24 de febrero fue enviado a un infierno aún peor: Flossenbürg. En el convoy que partió de Buchenwald le acompañaban varias decenas de españoles de los que prácticamente todos perderían la vida durante los siguientes meses. En los archivos nazis se conservó la ficha del inventario de prendas y objetos que le entregaron a su llegada a ese campo de concentración próximo a la frontera con la Checoslovaquia ocupada: 2 calzoncillos, un gorro, calcetines, pañuelo…

La mala suerte se cebó con el vizcaíno; el 3 de marzo fue asignado al kommando Hradischko, que desempeñaba su trabajo a escasos 20 kilómetros de la ciudad de Praga. Lo que sucedió a continuación lo sabemos gracias al testimonio escrito de Gregorio Uranga: "Apenas su hijo llegó al Comando, cayó enfermo el pobre, muy enfermo pues debió sufrir varias operaciones, siento atendido de una pleuresía purulenta. A pesar de los débiles cuidados y malos tratos, pudo salir adelante, bien es verdad que alrededor de 7 meses tuvo que estar en la enfermería. Después de algunos días de convalecencia, su hijo siempre perseguido por la desgracia, fue enrolado en el grupo de trabajadores más duro de este desgraciadamente famoso Comando 12. Siempre sorteando todas las dificultades, permanecía tranquilo y sufrido, ayudado por sus amigos de infortunio, resistiendo valerosamente a pesar de las intemperies, golpes y alimentación insuficiente para la vida de un hombre… Siempre con la esperanza de un fin próximo de la guerra vivíamos juntos, pero desgraciadamente su hijo no podrá tener el cuidado y cariño de seres que le son muy queridos, tales como padres, hermanos y hermanas. Su hijo ha sido víctima de la barbarie nazi, habiendo sido fusilado por la SS el día 10 de abril de 1945, en la carretera, marchando a trabajar en la carretera entre Krinian a Hradischko… Su cuerpo fue incinerado en el horno crematorio de Praga el día 13 de abril de 1945…".

Los archivos nazis confirman punto por punto la narración de Uranga. Además, el responsable del Memorial de Flossenbürg, Joerg Skriebeleit, desveló a Antón el más que probable motivo por el que Ángel fue fusilado: "El 8 de abril los SS realizaron una operación contra los prisioneros porque habían encontrado algunas armas. Tal y como asumió el tribunal que investigó los hechos tras la guerra, las armas no habían sido escondidas por los internos, pero los SS encontraron la excusa para matarles: el día 9 asesinaron a 9, el 10 a otros 12 y el 11 de abril a 27 prisioneros. No los mataron en ejecuciones "oficiales", sino durante el trayecto diario hacia el trabajo".

Poco queda ya por saber. Antón, después de años de lucha, ha cumplido su misión de sacar a la luz la historia de su tío. En este tiempo ha visitado en tres ocasiones Flossenbürg; la última vez lo hizo junto a su esposa y sus dos hijos. Allí pudo contemplar otro de los frutos de su trabajo y de la historiadora Elena Rodríguez Codd: Ángel Lekuona tiene un panel en su honor dentro de la exposición permanente del campo.

Con la colaboración de l'Amicale française de Mauthausen