Antonio Cortés Maya

Su historia

Antonio Cortés Maya Antonio Cortés Maya
Nació el 5 de mayo de 1920 en Granada
Deportado a Mauthausen el 31 de agosto de 1941. Nº de prisionero 4119
Deportado a Gusen el 20 de octubre de 1941. Nº de prisionero 14089
Asesinado en Gusen el 14 de enero de 1942

Investigación, foto y documentos a cargo de su descendiente Raimundo José Cortés Benítez y de Gisell Marian Vallejos, alumna del IES Tirso de Molina de Madrid (Vallecas).

Antonio Cortés Maya nació en Granada, en una de las cuevas del Sacromonte, el 5 de mayo de 1920, en el seno de una familia numerosa. Eran tiempos duros con tasas de mortalidad infantil muy elevadas. De los 17 hermanos Cortés Maya, solo 6 llegaron a la edad adulta. Su entorno familiar y de amistades estaba muy vinculado al flamenco, contando con celebridades como su prima, la bailarina María La Canastera. Antonio, sin embargo, decidió dedicarse a la mecánica y trabajó en un taller. Según fuentes familiares, fue una persona honesta y amable.

No sabemos, hasta el momento, qué periplo realizó durante la Guerra Civil que se desencadenó tras el golpe de Estado de julio de 1936. En algún momento, debido previsiblemente a su apoyo al gobierno de la República, se exilió en Francia. Allí es muy probable que se alistara en alguna unidad del ejército francés porque, tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial y la invasión nazi de Francia, fue capturado y deportado a un campo de prisioneros en Moosburg, Alemania. Se trataba del Stalag VII-A, en el que recibió el número de prisionero 17.936. De allí fue enviado a la estación de ferrocarril de Múnich, desde la que fue deportado al campo de concentración de Mauthausen el 31 de agosto de 1941. En el tren en el que realizó su penúltimo viaje iban otros 107 españoles.

A su llegada al campo, los SS asignaron a Antonio el número 4119. Solo dos meses después, el 20 de octubre de 1941, fue trasladado al subcampo de Gusen en el que recibió un nuevo número de deportado: 14089. En ese lugar murió asesinado el 14 de enero de 1942. En el parte oficial de defunción se atribuyó su muerte a un problema cardiaco, pero la verdadera causa nunca la conoceremos porque los nazis siempre ocultaban sus asesinatos como fallecimientos por "causas naturales". Un día más tarde, Antonio fue incinerado en el crematorio de Gusen.

Con este pequeño texto queremos honrar la memoria de Antonio y que su nombre y recuerdo no quede en el olvido.

Con la colaboración de l'Amicale française de Mauthausen