Melchor Antuñano Montalvo

Su historia

Melchor Antuñano Montalvo Nació el 25 de abril de 1907 en Moralzarzal, Madrid.
Deportado a Mauthausen el 25 de enero de 1941. Nº de prisionero 3241.
Falleció en Gusen el 19 de diciembre de 1941.

Información y fotografías facilitadas por Miguel Ángel Soto.


Melchor era el mayor de los ocho hijos del matrimonio formado por Antolín Antuñano Olazábal y Luisa Montalvo Domínguez. Vivió en Moralzarzal hasta los 14 años, momento en que se fue a Madrid para trabajar en la tienda de vajillas que su tío tenía en la calle Concepción Arenal.

Conoció a Valentina Damiana Martín Rodríguez (Madrid, 14/02/1908 - Moralzarzal 12/07/2002) en las fiestas del pueblo. Se casaron un 21 de abril de 1934 y tuvieron tres hijos: María del Carmen (Mary), nacida el 29/01/1935; Mª Dolores (Loli), nacida el 26 de marzo de 1936, y Melchor, que nació el 30 de noviembre de 1937 y al que no llegó a conocer.

Melchor dejó la tienda de su tío e ingresó en el Cuerpo de Carabineros años antes de comenzar la guerra de España. Procedía de una familia de tradición Carlista, pero cuando en julio de 1936 se produjo la sublevación militar, Melchor se posicionó con el gobierno de la República.

En noviembre de 1936, tras una pequeña instrucción en Alcázar de San Juan, el batallón de Melchor del Cuerpo de Carabineros se integró en la III Brigada Mixta, entrando en combate en Las Rozas en y más tarde en Pozuelo, en enero de 1937. El avance de las tropas de Franco y el curso de la contienda le llevaron a combatir en Brunete (julio de 1937), en el frente de Aragón (marzo de 1938) y en la batalla del Ebro (junio de 1938). Según algunos familiares, Melchor fue herido en Amposta y consiguió comunicarse con su familia desde un hospital de Barcelona.

Tras la caída de Cataluña, Melchor cruzó la frontera francesa en febrero de 1939, siguiendo el mismo destino que el medio millón de combatientes y civiles que se exiliaron a Francia. Melchor fue confinado por las autoridades galas en el campo de Barcarès, que en junio de 1939 albergaba a decenas de miles de refugiados.

Tras las alambradas que rodean las playas de Barcarès, Melchor empezó a escribir a su mujer, Damiana, a quien llamaba cariñosamente Dami. Entre el 16 de agosto de 1939 y junio de 1940, la familia de Melchor recibió cartas suyas desde Francia y Polonia, cartas que reflejaban las penurias del exilio pero también la durísima situación de las familias que se habían quedado en España.

A finales de 1939 el gobierno francés ofreció a los soldados republicanos el retorno, integrarse en su ejército (la Legión Extranjera, con destino Argel) o formar parte de las Compañías de Trabajo para preparar la defensa de Francia. Melchor escogió la última opción. El 17 de enero de 1940 envió una carta a su esposa desde Cassel, en el departamento de Nord, en la misma frontera con Bélgica. Cuando escribió esas líneas, Melchor formaba, junto con más de 200 españoles, la 118 Compañía de Trabajo y su situación había mejorado respecto a la que tenían en los campos de refugiados, con vestimenta y alimentación suficientes.

Melchor Antuñano Montalvo

Mientras trabajaba para preparar las defensas francesas, Melchor alimentaba la idea de una pronta repatriación y reunión con su esposa. En la carta del 19 de febrero le explicaba a Dami que no le habían concedido la repatriación. El 10 de marzo escribía que las autoridades francesas le habían interrogado y que había firmado la solicitud de repatriación, aunque reconocía: "no sé qué es lo que piensa hacer esta gente con nosotros". Melchor en todo momento mandaba mensajes de esperanza a su esposa y anunciaba su pronta vuelta a casa. Las cartas del 16 y 24 de marzo continuaban hablando de la inminente repatriación. El 1 de abril, además de avisar a Dami de que saldría esa misma semana, le enviaba una foto "para que le reconozca". En la carta de 4 de abril, Melchor comunicaba que ya tenía solicitada la repatriación y que esperaba volver a casa pronto.

Melchor, como el resto de los soldados republicanos, pensaba que los trámites y papeleos con las autoridades francesas les servirían para algo. Pero el 10 de mayo las tropas de Hitler invadían Luxemburgo, Bélgica y los Países Bajos y destrozaban las líneas de defensa aliadas. Los miembros de la 118 Compañía de Trabajo eran los primeros en recibir el impacto de la ofensiva. Junto a otras 5 compañías españolas y dos internacionales, la 118 se replegó hacia Dunkerque acompañando a las tropas francesas y británicas que se batían en retirada. Melchor fue testigo de la célebre batalla que se producía en esas playas. A pesar de los constantes ataques de la aviación y la artillería alemana, buena parte de los soldados aliados fueron evacuados a Inglaterra por barcos de la Royal Navy. Las compañías españolas no fueron autorizadas a embarcar. Al mando de ellas estaba el capitán francés Robert J. Eugène Noiret que, en un informe escrito con posterioridad, relató el devenir de su grupo y el heroísmo de los republicanos: "En ese periodo entre el 21 de mayo y el 4 de junio, donde el personal francés y español experimentó duras pruebas físicas y morales, constaté que a pesar de la fatiga, las pérdidas y las privaciones, la moral de todos en general y en particular de los españoles e internacionales que vincularon su suerte a la de Francia, no flaqueó en ningún instante"1 . El capitán Noiret, Melchor y otros 2.000 españoles fueron capturados el 4 de junio en las playas de Bray Dunes, a las afueras de Dunkerque.

Sus primeros días como prisionero de guerra los empleó en recorrer más de 1.000 kilómetros a pie, en barco y en tren. El destino del grupo de cautivos entre los que se encontraba Melchor era el stalag VIII C, en Sagan (en la actual Polonia) donde los alemanes le asignaron el número 36.283. Desde este campo de prisioneros de guerra consiguió enviar una carta, la última, el 26 de junio.

Los siguientes registros sitúan a Melchor Antuñano en el stalag XII-D, en Trier (Alemania), donde llegó a finales de noviembre de 1940. Allí permaneció apenas dos meses, hasta que fue subido al convoy que le condujo hasta su destino definitivo: el campo de concentración de Mauthausen, en el que ingresó el 25 de enero de 1941. Junto al traje rayado y al triángulo azul con una "S", recibió el número de prisionero 3241.

En España, el padre de Melchor falleció el 16 de marzo de 1941 a los 51 años de edad. La familia se puso en contacto con él a través de la Cruz Roja Internacional y le enviaron una carta firmada por todos sus allegados, exceptuando su padre. De esta forma, su familia quería comunicar a Melchor la fatal noticia, pero nunca sabrían si recibió el mensaje.

El 19 de diciembre de ese año, Melchor Antuñano Montalvo fue asesinado en Gusen, el "matadero" de Mauthausen. Su familia tuvo que esperar muchos años hasta tener la confirmación oficial de una muerte que ya presuponían desde que dejaron de recibir noticias suyas.

 

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1 Informe del capitán Robert Jean Eugène Noiret, 30 de septiembre de 1941, Service Historique de la Défense, Vincennes (citado en Los últimos españoles de Mauthausen, Ediciones B).

Con la colaboración de l'Amicale française de Mauthausen