Sandalio López Llorente

Su historia

Sandalio López Llorente Sandalio López Llorente
Nació el 3 de septiembre de 1909 en Camarma de Esteruelas, Madrid
Deportado a Mauthausen el 9 de agosto de 1940. Número de prisionero 3628
Falleció en Gusen el 5 de marzo de 1942

Información facilitada por su sobrina Adela


La única fotografía que su familia conservaba de Sandalio se la llevó para siempre una de sus hermanas. Adela había compartido con él sus ideales democráticos y republicanos, hasta tal punto de que fue condenada a muerte por la "Justicia" de la "Nueva España". La pena fue finalmente conmutada por una larga estancia en prisión. Ella siempre guardó como un tesoro la foto de su querido hermano y una carta que él le había escrito para felicitarle un cumpleaños. Adela quiso ser enterrada con ambos objetos y así, el rastro y el rostro de Sandalio se perdió en una tumba, después de dos guerras y de un abismo de miedo y silencio. Y así habría seguido de no ser por el empeño de su sobrina, también llamada Adela, que decidió recientemente investigar su historia.

No hay rastro en el Archivo de la Memoria Histórica de Salamanca de su paso por la Guerra de España. Su familia sabe que combatió en las filas del ejército republicano para hacer frente a la sublevación franquista. Es, por tanto, más que probable que en febrero de 1939, Sandalio cruzara la frontera, camino del duro exilio. Tras pasar por los campos de concentración en que fueron confinados más de medio millón de españoles, el madrileño se alistó en el ejército francés. No hemos logrado averiguar si estuvo en la Legión Extranjera o, más probablemente, en alguna Compañía de Trabajadores Españoles. Lo que es seguro es que fue capturado por las tropas nazis en los primeros días del mes de junio de 1940.

Sandalio fue encerrado en el campo de prisioneros de guerra situado junto a la ciudad alemana de Hohenstein. En este Stalag I-B apenas pasó un mes compartiendo cautiverio con los soldados franceses, belgas, holandeses y polacos. El 9 de agosto llegó a Mauthausen, a bordo de un tren de ganado, junto con otros 168 españoles. Fue el segundo convoy de republicanos que llegó al campo de concentración; el primero de ellos había desembarcado tres días antes.

En el listado de entrada al campo, los SS calificaron a los recién llegados como "migrantes españoles". Sandalio recibió el número de prisionero 3628 y fue registrado como albañil. En los archivos no existen documentos que nos permitan saber los grupos en los que trabajó. En aquel momento la mayoría de los prisioneros trabajaba en la cantera. Hasta el mes de diciembre, además, los deportados subían varias veces al día la terrible escalera de 186 escalones, cargados con piedras de granito de hasta 50 kilos de peso. A partir de enero, salvo quienes caían en la compañía de castigo, esa terrible ascensión solo se realizaba una vez al día, al terminar la jornada.

Sabemos que Sandalio fue trasladado a Gusen en algún momento de 1941. Allí le dieron un nuevo número de prisionero, el 54.667 y le confinaron en la barraca 20. La copia de su ficha, que perduró hasta el final de la guerra, está tachada. Algún SS hizo un macabro rayajo cuando Sandalio falleció. En el Libro de los Muertos de Gusen su muerte quedó registrada a las nueve en punto de la mañana del 5 de marzo de 1942. El médico SS atribuyó su fallecimiento a causas naturales. Lo mismo hizo con los otros doce prisioneros que perecieron ese mismo día; entre ellos había diez españoles.

Con la colaboración de l'Amicale française de Mauthausen