Joan Bautista Nos Fibla

Su historia

Joan Bautista Nos Fibla Nació el 18 de mayo de 1924 en Alcanar, Tarragona
Deportado a Mauthausen el 24 de agosto de 1940. Nº de prisionero 3.844
Trasladado a Gusen el 24 de enero de 1941. Nº de prisionero 9.046
Liberado el 22 de agosto de 1941 por mediación de las autoridades franquistas
Falleció en Alcanar el 10 de abril de 2016.

La edad hizo que ni Joan Bautista, con 12 años, ni su padre José con 60 tuvieran que combatir en la guerra que se iniciaba en España aquel caluroso mes de julio de 1936. La familia Nos permaneció en su pueblo, Alcanar, hasta que el avance de las tropas franquistas les obligó a trasladarse a Barcelona. A comienzos de 1939 huyeron a Francia, según él mismo contaba, "por temor a las represalias de las tropas africanas".

Joan Bautista junto a su hermana y sus padres fueron internados por las autoridades francesas en el campo de refugiados de La Combe Aux Loups y, en el mes de septiembre, trasladados al de Les Alliers, situado junto a la ciudad de Angulema. Tras la ocupación alemana de Francia, el Gobierno colaboracionista de Vichy, en coordinación con Berlín y también con Madrid, organizó la deportación de todos los refugiados que se encontraban en el campo. El 20 de agosto de 1940, las tropas alemanas obligaron a hombres, mujeres y niños a subir a un tren destinado al transporte de ganado. 927 civiles españoles iniciaban un viaje de cuatro días que les condujo hasta la localidad austriaca de Mauthausen.

Joan Bautista y José, junto al resto de varones mayores de 14 años, fueron bajados del tren por los SS y conducidos hasta el campo de concentración. Las mujeres y los niños fueron enviados a España en el mismo convoy y entregados a las autoridades franquistas. Rosa Fibla, la madre de Joan Bautista, comenzó desde ese mismo momento a buscar un contacto en el Régimen franquista que le ayudara a recuperar a su marido y a su hijo.

Estos, mientras tanto, eran sometidos a un durísimo trabajo que, unido a la escasa alimentación, hizo que José se fuera debilitando poco a poco. Era uno de los prisioneros españoles de mayor edad; acarreaba 65 años en sus espaldas. Esa fue sin duda la razón por la que el 24 de enero de 1941 fue seleccionado por los SS para ir a Gusen. Junto a él había otros deportados españoles de avanzada edad que también habían llegado en el convoy de Angulema como Miguel Alcubierre, Francisco Cortés o Ciriaco Quesada. Sus hijos, temerosos del destino que aguardaba a sus padres, trataron de irse con ellos. José Alcubierre no lo logró; Jacinto Cortés, Félix Quesada y Joan Bautista Nos, sí.

Muy pronto los integrantes del grupo comprobaron que Gusen era aún peor que el campo central. Los españoles fueron muriendo de hambre, enfermedades, palizas… Sin embargo, Joan Bautista fue liberado súbitamente el 22 de agosto de 1941. Él no sabía por qué, pero se convirtió en uno de los dos únicos prisioneros españoles de Mauthausen que fue puesto en libertad por mediación de las autoridades franquistas. La documentación existente en los archivos nazis indica que pasó por la prisión de Salzburgo, de donde partió el 25 de agosto en dirección a Berlín y de allí a la frontera de Irún.

"No sabemos seguro quién fue el dirigente franquista que intercedió por él", comentan sus hijos Joan Bautista y José. "Nuestro padre nunca lo supo con seguridad". Todo indica que fue el mismísimo cuñado de Franco y ministro de la Gobernación, Ramón Serrano Suñer, el que realizó la gestión. Una parte de la familia del "cuñadísimo" residía en Alcanar y, de hecho, hoy en día aún puede verse el escudo de los Suñer en la fachada del que fuera su palacete. Lo cierto es que los documentos oficiales que se conservan demuestran que la Cruz Roja Española y la de Alemania intercambiaron información sobre el paradero y el estado tanto de Joan Bautista como de su padre. Nunca sabremos si a José no le liberaron porque su deplorable estado físico habría representado una prueba viviente de lo que ocurría en los campos nazis o porque Serrano Suñer, sencillamente, no intercedió por él. Fuera una u otra la razón, supuso una condena a muerte para el padre de Joan Bautista, que falleció solo dos meses después.

A su llegada a España, el joven Nos fue encerrado durante unos días en la plaza de toros de San Sebastián. Más tarde tuvo que hacer el servicio militar y, por fin, en 1947 pudo regresar a su querido pueblo de Alcanar. "Tenía mucha voluntad para vivir -afirma su hijo José-. Le encantaba el cine pero no podía ver películas de alemanes. En cuanto salía algo de Alemania, apagaba la televisión". "Hablaba muy poquito de lo que sufrió en el campo de concentración -añade Joan, su otro hijo-. Cuando le preguntábamos algo, enseguida se ponía a llorar".

Más información en el artículo que publicamos en Eldiario.es coincidiendo con el fallecimiento de Joan Bautista Nos Fibla:

http://www.eldiario.es/sociedad/Muere-prisionero-Mathausen-libero-Franco_0_504300323.html

Con la colaboración de l'Amicale française de Mauthausen