Nació el 17 de mayo de 1908 en Salamanca.
Deportado a Mauthausen el 9 de agosto de 1940. Nº de prisionero 3662 y 178.
Falleció en París en 1963,
Texto y fotografías facilitados por Pablo Martínez Botello, sobrino-nieto de Pablo Agraz.
Pablo Agraz era el único varón de una familia de ocho hijos. Tras la muerte prematura de su padre, toda la familia se trasladó a Madrid, instalándose en el madrileño barrio de Atocha.
Durante la II República formó parte del cuerpo de Carabineros. Con el estallido de la guerra, sus inquietudes políticas y sociales le llevaron a alistarse en el ejército popular. Al final de la contienda se exilió a Francia, pasando a los campos de concentración improvisados para dar cobijo a los refugiados españoles. Allí se alistó en la 59ª Compañía de Trabajadores Españoles, realizando trabajos de fortificaciones en la frontera franco-belga. Con la invasión de Francia por parte de la Alemania de Hitler se encontró en primera línea de fuego. En mayo de 1940 su compañía se retiró junto con el ejército francés hasta la ciudad francesa de Bray-Dunes, situada a 18 km de Dunkerque, que era el objetivo a alcanzar. Allí fue hecho prisionero el 4 de junio y, junto con el resto de compañeros, fue trasladado hasta Holanda, recorriendo diariamente entre 35 y 40 Km, para después llegar en barco, a través del rio Rhin hasta la ciudad alemana de Emmerich. Finalmente fue trasladado el stalag I-B Hohenstein. Tras un corto periodo de tiempo en este campo para prisioneros de guerra, fue transferido a Mauthausen, el 9 de agosto de 1940, siéndole asignado el número de matrícula 3662, aunque finalmente se le reasignó el 178.
Realizó diversos trabajos en la cantera de Wiener Graben, principalmente como adoquinero. Fue trasladado al subcampo de Gusen el 17 de febrero de 1941; un año después retornó al campo principal y posteriormente, estuvo en varios comandos como Grossraming, Schlier Redl-Zipf y Ebensee. De este último, fue liberado el 6 de mayo de 1945.
Sobrevivió a los campos, probablemente, por su complexión física y por haber practicado el boxeo en su juventud, pues en Mauthausen los boxeadores recibían alguna ración extra de comida, ya que los SS disfrutaban y apostaban en los combates que ellos mismos organizaban entre los deportados.
En la primavera de 1963 falleció en Paris a consecuencia de las secuelas físicas que le dejaron los años de internamiento. Está enterrado en el cementerio parisino de Bagneux; el edificio que se encuentra frente a la puerta principal tiene la numeración 178, precisamente el número de deportado de Pablo.
Después de mucha insistencia conseguí, en el año 2001, que en el municipio madrileño de Velilla de San Antonio se recordara a los deportados españoles, dedicándoles una plaza llamada "plaza del triángulo azul", que además es un parque infantil (así cuando los niños pregunten el porqué del nombre, le tendrán que explicar la historia de los deportados españoles).
Además, autoedité en el año 2002 el libro Un viaje a la muerte, del que existen ejemplares en la biblioteca de Velilla de San Antonio y en la biblioteca popular de la comunidad de Madrid Joaquín Leguina. También hay ejemplares en el Amicale de París, la Amical de Barcelona, en la biblioteca del campo de Mauthausen y en la de los campos de Buchenwald, Dachau y Auschwitz. Es mi pequeña contribución para intentar evitar que sigan siendo "los olvidados".